Los lagos y estanques de todo el mundo están sometidos a un estrés cada vez mayor debido al desarrollo urbano y al cambio climático, lo que se traduce en un bajo nivel de oxígeno disuelto, acumulación de sedimentos y suciedad, malos olores, mosquitos, floraciones de algas nocivas e incluso la muerte de peces. Como alternativa a los plaguicidas químicos tradicionales, las nanoburbujas son una tecnología probada que los gestores de lagos pueden utilizar como aplicación proactiva, sostenible y sin productos químicos para combatir estos problemas.

Las nanoburbujas transforman la forma en que usamos y gestionamos el agua, desde cómo cultivamos nuestros alimentos y tratamos las aguas residuales hasta cómo gestionamos nuestros lagos. Fundada en 2016, Moleaer es el líder mundial en el tratamiento de nanoburbujas a escala industrial, colaborando con universidades de renombre mundial, para validar una serie de aplicaciones para nuestra tecnología de nanoburbujas.

Las nanoburbujas tienen un tamaño de 100 nanómetros, 2500 veces más pequeñas que un solo grano de sal. Debido a su tamaño, las nanoburbujas presentan propiedades únicas que mejoran numerosos procesos físicos, químicos y biológicos. Las nanoburbujas tienen flotabilidad neutra, lo que les permite permanecer suspendidas en el agua durante largos periodos de tiempo.

Las nanoburbujas de Moleaer han sido validadas por pruebas de terceros. Producen fuertes oxidantes que ayudan a clarificar el agua de impurezas, como algas y contaminantes. Las propiedades oxidantes de las nanoburbujas de Moleaer reducen los riesgos de la manipulación y aplicación de productos químicos tradicionales.